Publicado el 08 de marzo 2014 por Bethany Webster
"Cuidar a tu niña interior tiene unos resultados
sorprendentes y poderosos. Hazlo y tu niña se cura "~ Martha Beck
Hay algo tan prístino en nuestra
esencia...
La niña que fuimos no es sólo una
parte de nuestra historia, es una
energía vital que vive dentro de nosotras en este momento.
Nuestra niña interior es parte de
nuestro auténtico yo, el yo que era antes de tener que
usar máscaras y asumir un falso yo, hasta cierto punto, con el fin de
sobrevivir en nuestras familias y en nuestras culturas. Cuando nos preocupamos por nuestra niña interior, empezamos a recuperar nuestra
verdadera esencia. Empezamos a restaurar el sentido
de la bondad y la dignidad de esas cosas que tuvimos que poner en la sombra.
Dar la bienvenida de nuevo a esas
partes de nosotras mismas que tuvimos que rechazar es increíblemente liberador!
Podemos dar la bienvenida a las
partes rechazadas y abrazarnos de nuevo y actuar de nuevas maneras que
demuestren a nuestra niña interior que el pasado ya pasó y que ahora es seguro ser
completamente tú misma.
Ejemplos de acciones que sanan y
liberan:
§
Establecer límites que previamente fueron prohibidos.
§
Usar tu voz para decir tu verdad
cuando esto causó rechazado en el pasado.
§
Darte tiempo para jugar o no hacer nada cuando te enseñaron que tu valor sólo viene de trabajar
Tenemos que ser rebeldes para
sanar.
La curación requiere que tengamos
el coraje de deshacer los patrones disfuncionales que se instalaron a temprana
edad. Es un viaje largo y puede ser muy difícil, pero vale mucho la pena. En última instancia, se amplía nuestra capacidad de alcanzar niveles más
altos de alegría, placer, creatividad y conexión.
Transformar las primeras
creencias que nos han mantenido atascadas
Una niña limita las capacidades cognitivas y se vive a sí misma como la fuente de las
deficiencias de los padres. Las creencias inconscientes que
se formaron cuando éramos niñas todavía pueden estar operando en nosotras como
adultas causando problemas en nuestras vidas.
Ejemplos de conclusiones
inconscientes que podemos haber adoptado cuando éramos niñas frente a la disfunción familiar o
abuso:
§
"Me siento mal."
§
"Hay algo malo en mí."
§
"Si yo fuera realmente buena y digna de ser amada, entonces mamá o
papá no me
rechazarían / golpearían /
abandonarían".
Estas creencias inconscientes
pueden causar disonancia cognitiva cuando, como adultos, buscamos hacer cambios
importantes, como seguir nuestra pasión, encontrar una pareja o comenzar una
nueva carrera. Por ejemplo, si tenemos una
creencia inconsciente de que somos malas, podemos tener dificultades para
comprometernos con nuestra alma gemela o embarcarnos en nuestro sueño de
autoempleo. La disonancia cognitiva surge por
el conflicto de creencias.
Ejemplos de pensamientos
inconscientes que causan auto-sabotaje:
§
Cosas maravillosas no suceden a la
gente mala.
§
Yo no merezco ser tan feliz.
§
Es poco familiar y extraño para mí
estar tan contenta, tal vez no estoy segura.
Tenemos que reconocer y lamentar la pérdida de haber tenido que crear una
división interna con el fin de ser aceptado por nuestras familias. Desmontar la creencia en nuestra
"maldad" nos obliga a llorar
la separación con nuestro verdadero ser. Este es un poderoso paso en la
dirección de crear seguridad para
nuestra niña interior donde antes era imposible crecer.
Cuando somos capaces de ver y
honrar nuestra inocencia, también podemos hacerlo por los demás y todas las
formas de vida. Todo está conectado. La inocencia que vive en nosotras vive en toda la vida.
Podemos encontrar un amor interno que no tiene límites.
En nuestra cultura, parece que las
niñas son recompensadas por Dejar de ser niñas lo antes posible, y no son
aceptadas con facilidad las diferentes
etapas por las que pasan en su infancia. Debido a esto, muchas de nosotras
crecimos con el miedo de ser castigadas o abandonadas por el simple hecho de
tener necesidades. Muchas de nosotras
aprendimos a odiar nuestras necesidades
y a odiarnos a nosotras mismas por tener necesidades. La necesidad de comer, la
necesidad de ser llevadas aupa, la necesidad de ser vistas, la necesidad de ser
escuchadas, la necesidad de ser comprendidas, etc .Podemos estar acarreando
este auto-desprecio en nuestro interior que nos
mantiene atascadas.